lunes, octubre 25, 2010

El Hombre Reconstruido puede ser una realidad.


Rafael Matesanz, con la imagen al fondo del Príncipe de Asturias durante una edición anterior de los premios que llevan su nombre. :: J. DÍAZ


«El hombre reconstruido puede ser una realidad»
21.10.10 - 03:16 - EVA MONTES OVIEDO.


«El gran reto es unir el sistema nervioso central con los nervios periféricos. Eso permitiría curar la tetraplejia, regenerar órganos... la panacea».Rafael Matesanz Premio Príncipe de Cooperación.Rafael Matesanz se disculpa antes de iniciar la entrevista para enviar un mensaje telefónico y apenas veinte minutos después, cuando nos despedimos, ya tiene acumuladas cuatro llamadas, una de ellas del ministerio, su Ministerio de Sanidad que ahora incorpora Igualdad. Es un continuo bombardeo para este hombre que ha conseguido que la Organización Nacional de Trasplantes que dirige haya conseguido, en 20 años, trasladar el sistema español del vagón de cola al liderato mundial. Lleva en la solapa la insignia de la ONT.


-Turismo de trasplantes es una expresión muy dura, ¿no?
-En realidad es un eufemismo que se ha acuñado recientemente para la denominación del tráfico de órganos, que, digamos, es una expresión que se ha considerado no políticamente correcta. A mí me parece que tráfico de órganos reflejaba mejor lo que estaba ocurriendo. El problema es la oferta-demanda. En el mundo se hacen ahora mismo 100.000 trasplantes y sin embargo, si nosotros extrapolamos las listas de espera españolas con la población mundial, un millón de personas necesitan uno. La desproporción es 10 a 1. Esto es un caldo de cultivo tremendo.


-Usted quiere que Europa sea el bastión contra el turismo de transplantes, ¿qué espera que haga?
-Yo acabé muy satisfecho de la negociación de la directiva comunitaria porque introduce una serie de valores que para mí son básicos, la donación altruista o la protección del donante. Hay cosas que desde la óptica española las damos por asumidas, pero no están asumidas en absoluto. En Estados Unidos, en Japón mismo, hay muchos defensores de que la única forma de mejorar la donación es con incentivos económicos y yendo a un mercado libre. Hay grandes zonas del mundo donde la gente no piensa como nosotros. Por eso me parece muy importante la batalla de Europa.


-No hace tanto tiempo, los trasplantes nos fascinaban y ahora la medicina regenerativa nos supera. ¿Vamos a poder ser reconstruidos como un mecano?
-Hombre, caminamos hacia la posibilidad de que cada órgano lesionado pueda ser reconstruido. Yo creo que lo vamos a lograr, pero no va a ser ni mañana ni el día de pasado mañana. Vamos a ir asistiendo a pequeños avances en la medicina, poquito a poco, poquito a poco, y cuando nos queramos dar cuenta, ese hombre reconstruido probablemente sea una realidad.


-¿Por qué es tan crítico con los bancos privados de cordón umbilical?
-¿Yo? No es que sea crítico, cada cual puede hacer lo que quiera. Es un problema de cifras. En España viene a haber entre 450.000 y 500.000 partos al año. De ellos, en bancos públicos estamos conservando entre 6.000 y 8.000 cordones umbilicales. Con el resto, la legislación española permite que cada cual haga lo que quiera. La inmensa mayoría van a la basura simplemente porque han sido siempre un producto de deshecho en todo el mundo y lo sigue siendo. Como Ministerio de Sanidad, lo único que nos preocupa es que los mensajes de los bancos privados de cordones sean veraces. Hace cinco o seis años, todo servía para curar el cáncer, el Alzheimer y un montón de cosas más. Hoy por hoy, las cosas son como son: si uno de esos niños tiene leucemia, esa enfermedad está en las células del cordón y ese cordón no solo no le vale a ese niño, sino a ningún otro. La utilidad es para 30 ó 40 años después, pero es que ni siquiera sabemos si van a durar esas células 30 ó 40 años.


-A usted le gusta la ciencia ficción.¿Qué imagina que podríamos llegar a hacer?
-Lo que siempre me ha apasionado es el mito de Frankenstein: trasplantar un cuerpo a un cerebro, un cerebro a un cuerpo. Yo creo que el gran reto que tenemos es unir el sistema nervioso central con los nervios periféricos. Eso, que permitiría curar la paraplejia o la tetraplejia y que se está intentando con células madre en Estados Unidos, sería la enorme panacea, porque es lo que hoy por hoy es absolutamente inviable. Podrías regenerar miembros, devolver la vista a los ciegos... Sería absolutamente revolucionario.
El Comercio.

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