jueves, agosto 19, 2010

Un grupo de científicos piden medidas contra la divulgación de falsedades en internet

Participan en la Residencia de La Granda en un curso de verano dirigido por el bioquímico Santiago Grisolía
18.08.10 - 18:23 - EFE LA GRANDA

Santiago Grisolía, director de uno de los cursos de La Granda y firmante del manifiesto/MARIETA


Un grupo de científicos que participan en la Residencia de La Granda en un curso de verano dirigido por el bioquímico Santiago Grisolía ha firmado un manifiesto en el que pide la "observación estricta" y el "acompañamiento legislativo" que evite el uso de internet "para actividades delictivas y la divulgación de conceptos falsos".

El documento, denominado "Manifiesto de La Granda 2010", lleva la firma de José María Baldasano, José Duato, José María Fernández-Rúa, Francisco García Novo, Santiago Grisolía, Víctor de Lorenzo, Teodoro López-Cuesta, Marcelo Palacios, Ramón Tamales y Juan Velarde Fuertes.

A lo largo de ocho puntos, se hace constar que la implantación de las nuevas tecnologías tiene el potencial de producir un cambio social "semejante a la etapa inicial de la revolución industrial".

El manifiesto define a la ciencia como una magnífica herramienta para estudiar la naturaleza, conocer sus mecanismos y predecir sus comportamientos futuros.

A fin de garantizar la "imprescindible" información a la sociedad de los avances científicos, es "imperiosa" la colaboración de los investigadores y los agentes sociales, incluidos periodistas.

Este grupo de expertos entiende que, al igual que existen periodistas deportivos que muestran a la sociedad las hazañas de los profesionales del deporte, deben existir periodistas científicos "que muestren la labor cotidiana de los investigadores y permitan a la sociedad en su conjunto participar en los esfuerzos realizados".

Los resultados del conocimiento y los desarrollos tecnológicos pueden mejorar la calidad de vida y contribuir al desarrollo económico y social, según este documento, que hace la advertencia de que, como cualquier actividad humana, "además de ser utilizados con fines benéficos pueden emplearse con objetivos dolosos".

Por ello, es necesario que la sociedad, en su conjunto, posea un conocimiento de la ciencia que le permita tomar decisiones fundamentadas, "puesto que todas las personas tienen el derecho a participar de los progresos científicos".

Ello requiere un esfuerzo creciente en la educación y formación desde la infancia que consolide la comprensión de la ciencia en particular, y de la sociedad en general, que permita a los ciudadanos tomar decisiones personales, basadas en el conocimiento de los riesgos y ventajas reales "y no influidas por el temor irracional a lo desconocido o manipuladas por grupos con intereses propios".

En todos los campos, y muy especialmente en los referentes a la protección medioambiental y el desarrollo sostenible, "es imprescindible que la población adquiera conciencia de la repercusión sobre el planeta de los actos individuales, asuma las consecuencias y se haga eco de los planteamientos que garanticen la sustentabilidad de la vida".

Además, los científicos consideran "perentoria" la concienciación social de la importancia de un cambio de los actuales mecanismos productivos y de consumo energético "para controlar el creciente efecto del hombre en el cambio climático, así como el análisis de las consecuencias del continuado aumento de la población humana".

Para la promoción social de la ciencia, los firmantes del manifiesto consideran conveniente modificar el tratamiento fiscal de las actividades de investigación y desarrollo, "particularmente en el actual contexto económico".

MANIFIESTO DE LOS CIENTÍFICOS. "Manifiesto de La Granda 2010":

1. La ciencia es una magnífica herramienta para estudiar la naturaleza a fin de conocer sus mecanismos y predecir sus comportamientos futuros.

2. Los resultados del conocimiento, los desarrollos tecnológicos, pueden mejorar la calidad de vida y contribuir al desarrollo económico y social. Pero, como cualquier actividad humana, además de ser utilizados con fines benéficos pueden emplearse con objetivos dolosos. Por ello, es necesario que la sociedad en su conjunto posea un conocimiento de la ciencia que le permita tomar decisiones fundamentadas, puesto que todas las personas tienen el derecho a participar de los progresos científicos.

3. Ello requiere un esfuerzo creciente en la educación y formación desde la infancia que consolide la comprensión de la ciencia en particular, y de la sociedad en general, que permita a los ciudadanos tomar decisiones personales, basadas en el conocimiento de los riesgos y ventajas reales y no influidas por el temor irracional a lo desconocido o manipuladas por grupos con intereses propios.

4. En todos los campos, y muy especialmente en los referentes a la protección medioambiental y el desarrollo sostenible, es imprescindible que la población adquiera conciencia de la repercusión sobre el planeta de los actos individuales, asuma las consecuencias y se haga eco de los planteamientos que garanticen la sustentabilidad de la vida.

5. Es perentoria la concienciación social de la importancia de un cambio de los actuales mecanismos productivos y de consumo energético para controlar el creciente efecto del hombre en el cambio climático, así como el análisis de las consecuencias del continuado aumento de la población humana.

6. La implantación de las nuevas tecnologías tiene el potencial de producir un cambio social semejante a la etapa inicial de la revolución industrial. En este proceso de transición, es necesaria la observación estricta de los procesos de avance y el acompañamiento legislativo que evite su uso para actividades delictivas y de divulgación de conceptos falsos, así como considerando sus implicaciones ambientales y de consumo energético.

7. Para la promoción social de la ciencia, sería conveniente modificar el tratamiento fiscal de las actividades de investigación y desarrollo, particularmente en el actual contexto económico.

8. Y a fin de garantizar la imprescindible información a la sociedad de los avances científicos, es imperiosa la colaboración de los científicos y los agentes sociales, y ello requiere, entre otros, una educación recíproca de los científicos en divulgación y de los periodistas en fundamentos científicos, de manera que, al igual IENTÍFICOS científicos que muestren la labor cotidiana de los investigadores y permitan a la sociedad en su conjunto participar en los esfuerzos realizados.

Firmado: José Mª Baldasano, José Duato, José Mª Fernández-Rúa, Francisco García Novo, Santiago Grisolía, Víctor de Lorenzo, Teodoro López-Cuesta, Marcelo Palacios, Ramón Tamames, Juan Velarde Fuertes

Publicado HOY en el Diario El Comercio. El Decano de la Prensa Asturiana.

AVILES
Fernández-Rúa señala el necesario apoyo de científicos y periodistas
19.08.10 - 03:08 -

AVILES
El científico Santiago Grisolía diserta hoy sobre el código genético en La Granda
16.08.10 - 02:13 - R. D. AVILÉS.

Nota mía: En cuanto me sea posible trataré de ampliar la información sobre los firmantes. Uno de ellos, Marcelo Palacios nació en Candás(Carreño), y es el Presidente de la Sociedad Internacional de BioÉtica. Como no los conozco a todos y de alguno me está resultando difícil conseguir su biografía, de momento queda así.

ME ALEGRO de que se posicionen y tomen cartas en el asunto porque la verdad, la cosa está llegando a unos límites irrespirables(tanto Ambiental como medio-ambientalmente).
Ojalá y les hagan caso. Pero no solo en INTERNET si no en el resto de medios: PRENSA, RADIO y TELEVISIÓN,... que bastantes barbaridades se escuchan.

De algunas falsedades vertidas en internet, especialmente sobre la
última polémica, ya iré subiendo. Para abrir bocado incluyo parte de las declaraciones TEXTUALES del Dr. Carlos Rodríguez en la entrevista que le realizaron en DICIEMBRE en LNE (14 de Diciembre) y que tantísimo se ha distorsionado por parte de algunas personas:


«Estoy dispuesto a un debate con quien quiera en la Universidad»

«Temo que las administraciones estén siendo mal aconsejadas para no avalar nuestro proyecto»
MARCOS LEÓN

-Esta forma de proceder es poco habitual en los investigadores. ¿No genera falsas expectativas?

-No es un proceder habitual porque la investigación que se hace en España es, sobre todo, funcionarial. La gente tiene sus habas y su sueldo asegurado con fondos, becas para cinco o 10 años... y la gente puede esperar a que se publique su investigación, aunque pasen años. Ese es el gran problema y lo que nos diferencia. Nosotros dependemos de lo que hagamos estos seis meses para seguir los próximos. Somos una empresa de investigación, no tenemos presupuestos gubernamentales que nos garanticen pagar a los investigadores o los gastos básicos. Nosotros tenemos que buscarnos las habas, sobre todo ahora que las administraciones nos han cerrado el grifo. Llegamos a tener 2 millones de euros en el 2006 y 2007, y se quedó en cero euros.


-¿Qué pasa con la publicación de sus investigaciones?

-Que nadie lo tema: aparecerán publicadas, pero para eso se necesita un tiempo que no teníamos.

-¿Y si al final resultan falsas expectativas que ya han trasladado a los enfermos?

-Eso es parte de la responsabilidad como investigador. Y yo ya parto de la vergüenza de que, de alguna forma, en los últimos 40 años no se ha estado ofreciendo nada nuevo. Si la realidad es que no hemos sido capaces de sacar nada nuevo en todos estos años, pese a que hay miles de investigadores en todo el mundo y miles de millones en inversión, nosotros sólo estaríamos teniendo un fallo igual. Pero creemos que hemos hecho un gran descubrimiento y pensamos que era honesto contárselo a los enfermos. Estamos en la frontera de la nueva medicina, las células madre del adulto, y hemos descubierto lo que pensamos que va a ser el estándar para todo el mundo en el campo de las células madre. La gente en todo el mundo que ahora utiliza células madre de grasa o de médula ósea va a tener que cambiar. Nuestro tipo de células no las ha descrito nadie hasta ahora. Y quien quiera desarrollarlas comercialmente, convertirlas en medicamentos y venderlas como tales, va a tener que contar con nosotros.

-¿Ya tienen una patente?

-Sí, hemos hecho una patente internacional y nuestra idea es seguir con el desarrollo comercial.

-Insisto: su proceder es poco habitual y muy expuesto a la crítica.

-Sí, pero la crítica viene del mismo lado. De quien no tiene ninguna necesidad de dar este tipo de pasos porque ni hace desarrollos farmacéuticos, sólo hace investigación básica, ni necesita nada porque tiene su beca o sus fondos garantizados.


-¿Por qué cree que no encuentra la receptividad que quisiera en las administraciones?

-Porque esto posiblemente trastoca ciertos planes de alguna gente. Algo que yo creo que empobrece a Asturias. Hay que pensar en términos de sumar fuerzas, sumar pueblos, sumar proyectos. Temo que las instituciones estén siendo mal aconsejadas y se escuden en que somos un factor desconocido y nuevo. Pero empieza a ser tiempo de reacción. Agradezco muchísimo la primera reacción de la alcaldesa de Gijón, que al menos nos ha escuchado y ya es bastante. A la comunidad científica asturiana le digo, también, que estoy dispuesto a un debate con quien quiera en el aula magna de la Universidad. Y podemos hablar tanto de la importancia de este descubrimiento, como del modelo de desarrollo tecnológico e industrial que se quiere para Asturias. Estaría encantado de que todas las dudas salieran ahí a la palestra. Reto sanamente a gente como por ejemplo López Otín a discutir sobre todas estas cosas, y a que me planteen sus dudas.


-¿Qué le parece que aparezca una plataforma de pacientes de apoyo a su proyecto?

-Me parece genial. Es un síntoma de que la gente ha entendido la importancia de este proyecto mucho antes que los políticos.

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